lunes, 16 de agosto de 2010

Pensamiento sincero


Vivimos en un mundo donde casi todo se compra o se vende, incluido el amor o los sentimientos. Por eso yo valoro mucho la sinceridad en estos dos capítulos, porque en esta vida todos somos muy libres de "arrimarnos" a quienes queramos y si no hay sinceridad está claro que lo que nos mueve en ese caso es o son otros intereses ocultos que tarde o temprano terminarán saliendo a la luz y que muy probablemente causarán daño a alguien.
Seamos SIEMPRE sincer@s con los demás y CON nosotros mism@s, y aún más en el complejo mundo de Internet.
Texto y foto: Mascayemas.

4 comentarios:

Tanit dijo...

Como prácticamente siempre, me parece muy acertada tu reflexión, aunque afortunadamente no puedo darme por aludida.

A la hora de tomar decisiones para mi propia vida, nunca me han movido ni el dinero ni el poder ni la posición social ni el nivel en un puesto de trabajo ni nada parecido, y creo que tú lo sabes.

Desde pequeña he sentido un extraño desapego hacia todo lo material, un rasgo muy marcado en mi carácter que probablemente se haya visto acentuado con el tiempo por algunas de las circustancias que me ha tocado vivir.

A mí me mueven las personas, los sitios, los trabajos y las aficiones que por alguna razón me hacen sentir bien. Si hubieran sido otras mis motivaciones, mi vida sería completamente diferente pero no creo que fuera mejor para mí que la que tengo.

No estoy en venta y ni siquiera en alquiler. Lo poco que tengo lo doy gratis a las personas como tú, con las que me siento feliz.

Besos.

Mascayemas dijo...

Tanit, Gracias por tu inteligente comentario. Es cierto que a la hora de vivir cada cual se lo "monta" como puede, según sus gustos o según su experiencia. Yo pienso que por eso hay que dar al mundo la imágen de lo que realmente somos o al menos de lo que realmente queremos ser porque suele ocurrir que cuesta saber exáctamente lo que somos (ya sabes que un dia "uno" se levanta y no se reconoce de lo que ha cambiado -o cree haber cambiado-).

Pero pienso que NADIE salvo que esté muy obligado por las circunstancias, cambia en esencia y menos de la noche a la mañana.

Por todo esto, la gente que no es sincera suele representar un serio peligro pues tienen motivos ocultos para no ser sinceros. Lo malo de todo esto es que hay gente profesional de la mentira capaces de fingir todo el tiempo. A esos es difícil descubrirlos y si lo hacemos podría ser ya demasiado tarde para evitar el daño.

Toquemos madera y deseemos siempre dejar entrar en nuestras vidas a gente sincera...y cariñosa, a ser posible.

Tanit dijo...

El 23 de agosto del año pasado yo estaba muy agobiada y pasándolo muy mal, ¿recuerdas? A mí no se me podrá olvidar nunca la generosidad que tuviste conmigo al prestarme tu ayuda y tu compañía en esos momentos.

Y tiene mucho más mérito aún si tenemos en cuenta que entonces apenas me conocías y a pesar de ello confiaste en mí en todo momento.

Eres una persona maravillosa y excepcionalmente buena. Me siento incapaz de encontrar las palabras suficientes para darte las gracias como te lo merecerías.

Sólo se me ocurre dejarte un beso.

Mascayemas dijo...

La gente más envidiable no es ni la más rica, ni la más sabia, ni la que más cosas tiene sino aquella que derrocha humanidad sin más y sin pedir nada a cambio. El resto de cosas es sólo circunstancial. Esto que parece fácil (y humano) es algo que siempre emociona y cuesta cumplir.

No es que yo sea ese tipo de persona (ni mucho menos), es difícil ser así con tanta preocupación "mundana" en las que estamos envueltos hoy en dia pero considero que tenerlo como referente e intentar serlo ya es de agradecer.

No creo que hicera grandes cosas en aquellas fechas aunque también es cierto (y respetable) que el valor de los hechos que se realizan y que afectan a los demás siempre está en el que los recibe y valora. Gracias a tí por ser buena gente en todo momento y una digna y meritoria amiga.