CARTAS DESDE EL INFINITO

Carta a algún corazón eterno En mí vives sin estar, en un lugar de sueños quedaste por la razón, la voluntad incierta y el insípido sabor del recuerdo. Los días pasan, pasaron sin quedar. La brizna de hierba ya es árbol, las nubes rosas donde flotar suave, tormentas pétreas y grises. El tiempo diluido en bolas de anís, dulces momentos, embriagador retazo, borrachera de sentir. El tiempo ahora es lento y de camisa áspera, difícil de digerir, infinito. Tiempo insensible, espera vaga y gélida, espiral inacabada.. Las rosas de verano florecen con pétalos prestados, de metal pulido y reflejos esmeraldas, ópalos y carbones de caramelo amargo. Sobre ellas la lluvia es suave, casi líquida, de finas agujas de cristal que atraviesan sentidos incautos y verdaderos, sensibilidades maduras de niños con ojos de verdad, con amor de plata y detalles sin sentido perdonables. Cocinas el azúcar en sal, el almíbar en soledad, las palabras en silencios, los momentos en recuerdos. Bebes de ríos secos, manantiales inertes afloran de oscuros recuerdos, de sinsabores inmerecidos y sufrimientos desleidos, enquistados y atemorizantes de historias nuevas. El pasado es presente, el presente se desvanece sin crecer, sutituye a locuras cuerdas de pasión, cambios sin cambiar, sabor mantenido sólo embellecido, envolturas de chocolate para rebozados insípidos, sólo cocinar sin quemaduras, con dulzura, ponerse a cambiar sin cambiar. En las noches destapadas de silencio, soledades envuelven mundos de color apagados, condenados a la desesperación y expulsados de universos incompletos y caóticos. La noche avanza entre risas invisibles y estrellas de eterna juventud, que nos esperan, que nos iluminan sin su luz, nos guían sin camino y nos deslumbran sin ser vistas. Entre lágrimas imaginarias y descansos de ojos abiertos llegan amaneceres de rutina. Vueltas a ciclos inconexos y nada en corazón para calmar las rotas miradas, los abrazos al alma. Sin la experiencia de tocar lo mágico, llegar a estares de paz sin nada alrededor, sin pesos, sin ardor, con total conexión interior. Sueños de sueño, crecimiento truncado sin razón, razones cortantes de desgana, de apatía y autodestrucción. El mundo gira en todos los sentidos y nosotros giramos en sentidos extraños, contradictorios y sin explicación, sólo la luz del amanecer explica la sinrazón, en esfuerzo, en tesón y con el despertar de sentimiento y verdad. La verdad no escondida. En mí estas sin vivir, moneda sin valor, decisiones valientes reales o equívocas, entendimiento del corazón, verdades ciertas o veladas, libros a escribir en hojas verdes vivas, no apagadas, reales, no simuladas, aterciopeladas, de tinta de pasión , sinceridad divina, lucha de tesón, lucha por ti. El dolor no es refugio, no es destino, ni presente, ni camino. Valor y decisión, dejar hablar al interior, a la cabeza encorazonada o al corazón encabezado. A seguir las luces del camino, los indicios y volar.