7. UNA LEJANA MELODÍA
La oscuridad permanece impasible y sin brillo aparente
a su través avanzo hacia la confusa neblina de frente
rozando la melodía lejana de sueños que dibuja mi mente
de gentes y corazones que duermen, planean. La vida siente.
La mirada perdida en encuentros, encontrada en músicas silenciosas
caminar en rastrojos, piedras sin cantos, sin canciones amorosas
avanzar sin enojos, entre miradas anónimas, desconocidas, preciosas
sendear curvo en soledad amarga, destinos inciertos, secas rojas rosas.
Las estrellas iluminan sin luz, cálidas en hielo, lúcidas en estío
muy lejos están, inalcanzables con alas rotas, corazón pesado y frio
en noche de azules sueños opacos, muros inabarcables enredados, sin son
sones a lo lejos, melodías de sueños de apariencia infinita lo son
música para ojos desvelados, lágrimas de piano, soneto vacío
vivir absurdo de momentos llenos de nada, repletos de sinsabor, pesar mio.
La oscuridad permanece injustificable y sin vuelo, arrastrada
la mar se difumina, el horizonte se pierde, paisaje canalla esbozando la nada
y la melodía lejana recuerda a gentes, a mundos repletos de nata dorada
a pasiones injustificadas, a justificaciones simuladas, en ríos de plata apagada
en mares de oscuras nieblas avanzando, llegando, abrazando inertes, sin espada.
A lo lejos notas suaves, lejanas, dulces, inalcanzables, melodía desencadenada.
(8-8-8 Una nueva Olimpiada en un día mágico)
viernes, 8 de agosto de 2008
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