1. FLOTA Y NO DERIVES
En un mar de rosas y claveles en rojo
mi mente descansa, mi sentimientos presos
flotan impregnados de azahar y besos
recuerdos de ayer casi hoy, ya sin arrojo.
El agua me cubre hasta más allá de las ideas
los pensamientos así frescos se abren paso
el sol sale del revés, luciendo el ocaso
y el pensar se hace triste de que ya no seas.
En un mar de claveles y rosas desleido
floto hacia abajo, aparto las hojas secas
el aire oloroso ya se fue, ya se ha ido.
En un océano de rosas y rojos estan caidos
los sentires, las pasiones sin pasión
las inútiles grescas extrañas de sinrazón,
las carcasas vacías y los sentires raidos.
el aroma a tormenta se desmelena
y el agua mis entrañas y mis ojos llena
emborrona la palidez de mis memoria
marchita los brotes verdes, ya sin gloria
en las tórridas noches de agria pena
en los ácidos dias de alma inserena.
Pero la semilla quedará puesta sin maldad
en un insustacial lugar de tí
en un alejado lugar de la realidad
donde mora el color carmesí,
en tierras cultivadas de sangre y bondad
en el lugar donde se esconde la verdad.
Flota y no derives, avanza recto, sal de tí
no bajes a buscar lo perdido zozobrado
en un oscuro y cenagoso fondo olvidado
más allá en la senda se te espera, sí
corre, avanza, no pares, es obligado.
La semilla quedará flotando en algún lugar,
que no caliente, que se arrastre dentro del mar
que los tiempos la sequen hasta nunca brotar.
En un mar de rojos y claveles, el sentimiento
descansa, espera su hora de resurjimiento
y el sol sale del revés, luciendo el ocaso
en el aire antes de jazmin, de raso
y ahora plagado de nada, insípido, laso.
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